El pasado 8 de agosto Vanessa y su familia necesitaban realizar un viaje de la sexta avenida de la zona 1, hacia la tercera calle de la zona 3. Para hacerlo hicieron uso de la app Uber.
Al lugar se presentó Christian Alexander, quien llevó a los pasajeros al punto indicado. Vanessa pagó el servicio y el joven piloto se retiró del lugar. Sin embargo, momentos después, ella se percató que no tenía su monedero.
“Subí a su carro lo pedí en la aplicación, cuando llegamos a mi destino le pague pero tan distraída y muy despistada deje caer mi monedero dentro de su carro, según mi mente lo había metido bien en mi bolsa cosa que no fue así, llame desde la aplicación y él muy amablemente me respondió que si lo tenía y que con gusto me lo devolvería, regresó intacto mi monedero.” Asegura Vanessa, agregando que a pesar de tanta maldad, aún hay gente con valores.
En el monedero además de dinero, había tarjetas y documentos de identificación personal.
“Muy apenado me dijo que había revisado mi monedero para ver si había algún contacto para comunicarse conmigo pero me dijo que todo estaba ahí, que no me preocupara. ¡Personas así necesitamos, espero que se le multipliquen los viajes!.”
La historia de Christian Alexander, es tan solo una de las muchas que a diario se viven en nuestra metrópoli, poniendo en evidencia que los buenos guatemaltecos somos más.
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