En la lejanía del área rural las niñas solo pueden suspirar y querer ser, en la mayor parte solo sueñan con la idea de lo que les gustaría aprender.

Margarita es una adolescente de 16 años, se encuentra estudiando su nivel básico, son 8 hermanos, entre mujeres y hombres, tres de ellos pertenecen a la Policía Nacional Civil, -PNC-.

Una sonrisa sincera, picará y tímida con los forasteros, es una joven de estatura media y complexión delgada, de largo cabello negro liso.

Se encuentra junto a un grupo de amigas esperando su turno para poder hacer uso de la cancha y así jugar un poco de basquetbol en un campeonato inter-aldeas que se programó esa tarde de sábado.

Mientras esperan nos acercamos a ellas para platicar, y le preguntamos que les gustaría ser al graduarse del instituto, pues la educación privada no es opción para ellas.

  • A mi me gusta todo lo que es belleza, cortar pelo, maquillar, poner uñas, todo eso. Comenta Margarita.

Y se le pregunta el por qué no estudia la carrera, si ya hay varias elecciones.

  • Somos muy pobres y es una carrera que se gasta para aprender y mis papás no me pueden pagar el curso.

¿Pero tienes otras opciones? Le preguntamos con mi compañero de trabajo.

  • Sí, cuando tenga la edad ingresaré como mis hermanos a la PNC, allí me dan alimentación y hospedaje y cuando me gradúe ya tengo trabajo. Me gusta, pero no me apasiona. Remarca.

Sondeando a las jovencitas de ese grupo, muchas quieren ser más que policías o militares, pero sus condiciones de vida no les permiten aspirar a algo más y se conforman con lograr ingresar a dichas instituciones.

Una Ilusión

Aunque si no puede entrar a la Policía lo intentará en el ejército, pues según ella debe garantizar un salario con el cual pueda ayudar a sus hermanos más pequeños y a sus papás.

Margarita en sus tiempos “libres” cuando no está torteado para las comidas de la casa, juega con sus hermanas más pequeñas, con ellas practica lo que tanto le gusta.

  • Pues yo me pongo a peinar a mis hermanas más pequeñas y las maquillo con lo que compramos en el mercado, producto que traen de México. Manifiesta.

Y es que ser cosmetóloga es su mayor ilusión, aunque ser PNC como sus hermanos tampoco le desagrada, pero no es algo que le quite el sueño, pero en sus condiciones de vida, esa es la ruta más fácil para evitar ser presa de un matrimonio por conveniencia y a temprana edad como muchas jovencitas de su comunidad.

Fotos con fines ilustrativos. Fuente RaWebPortal.